Edad: 250 años, aunque tiene la apariencia de 23.
Procedencia: Desconocida.
Descripción física: De estatura baja, mide 1'53 cm. Sin embargo su figura delgada marca sus curvas. Posee un rostro redondo, ligeramente tostado, a causa del sol que se proyecta en la lámpara. Sus ojos celestes contrastan con su cabellera rizada de un chocolate cobrizo que casi siempre lleva semi recogido. Viste sencillamente, la mayoría del tiempo porta un vestido azul y blanco sin mangas. A primera vista transmite amabilidad y dulzura, manteniendo la apariencia de la muchacha que era a pesar de sus 250 años.
Descripción psicológica: Amable y graciosa, tiene un sentido del humor demasiado peculiar, posee la facilidad para hacer reir a los demás. Puede que la mayoría pueda pensar que está chiflada, pero les sorprendería lo mucho que puede estar en sus cabales. Aunque tiene de tener un carácter de perros, es mejor no molestarla cuando está enfadada, pues a veces puede pecar de inestable e insegura.
Historia: Contando con la edad de 23 años, Heishel se enamoró de un apuesto muchacho llamado Löic, en los tiempos en los que la hechicería y nigromancia comenzaban a estar perseguidas. Después de pensarlo mucho, se prepararon para huir a otro reino, con la esperanza de vivir juntos. Pero fueron descubiertos por unos sacerdotes, los cuales, antes de intentar matarla, acabaron con la vida de Löic tras una larga y dolorosa tortura. Ella se vengó de los sacerdotes arrebatándolos la vida y tratando fallidamente de revivir a su amado, pero así podría haber roto la armonía que imperaba en la madre naturaleza. Tras esto fue juzgada por un grupo de brujos por su intento de aberración y fue sentenciada a vivir atrapada en una lámpara de aceite por toda la eternidad, a la espera de que un nuevo amo la liberara de su castigo
Poderes: A pesar de su corta edad, Heishel era capaz de controlar el fuego, el agua y conjurar cualquier hechizo permitido. Con los años, pues ha tenido mucho tiempo libre, ha ido perfeccionando este arte en la mayoría de sus aspectos, aunque entre las condiciones de su servidumbre, una de ellas es que tendrá que cumplir los deseos de su amo hasta que este no la necesite más, en ese caso volverá a la lámpara, hasta que este muera, que también volvería a la lámpara o hasta que este decida liberarla de su tormento; es que no puede devolver la vida a los muertos.
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