Jaerys Lossëhelin.

~Nombre: Jaerys Lossëhelin Annaräsel.
~Edad: 16 años.
~Apodos: Jae
~Raza: Humano.
~Casa: Lossëhelin. "Sangre y Gloria."

◊Títulos: Príncipe de Cirýatan.
◊Ocupación: Señor de Caledor.
◊Estado civil: Comprometido.

♣Personalidad
Descrito como un muchacho testarudo, con un temperamento incontrolable y una marcada veta sádica. Parece tener poco sentido de lo que es correcto o incorrecto, culpando a otros de sus errores. Es considerado un niño desobediente, imprudente, cruel y astuto. Totalmente ignorante de las sutilezas y matices de la política, podía ser educado y correcto cuando le convenía, pero por lo general solo para engañar a los demás.

Familia:
¤ Eö Lossëhelin: Hermano mayor.
¤ Victoria Elliot (ahora Lossëhelin): Cuñada.

¤ Khaesar Lossëhelin: Primo.
¤ Leanor Lossëhelin: Prima.
(Hermanos / prometidos. Hijos de Hûor y Alžbeta.)
¤ Ariën Traliard Lossëhelin: "Primastra".
(Hija de Hûor.)

¤ Idril Alatáriël Lossëhelin Yávëtil: Prima.
¤ Ëdesly Lossëhelin: Prima.
(Hermanas.)

¤ Ëyja: Sobrina.
(Hija de Ryk e Idril.)

◐ Historia:
Nunca fue el centro de atención en la noble familia de Ciryatan. Las miradas, halagos y privilegios siempre iban al valeroso Eö, quien había heredado el temperamento de los ancestros que formaron la familia hace cientos de años. A pesar de esto, la unidad familiar siempre estuvo marcada en los hermanos huérfanos, siendo en su mayoría reinante la ignorancia de lo que ocurría en la familia.

Dispersos los lazos entre los demás miembros de la familia real, el Jaerys niño encontró el amor de una compañera en su prima Idril, siendo ella y su hermano, los únicos con los que compartió amistad. 

A los diez años de vida, el joven príncipe fue enviado a las tierras imperecederas del oeste, inexploradas, pero inmersas en magia y sabiduría, donde se esperaba regresar siendo un foco de esperanza que calmara la inestabilidad familiar. Pero allí encontró el sufrimiento como placer erótico, la maldad cubrió su enfermiza mente, y el odio se convirtió su fuente de alimento. Su sabiduría se atrofió hasta convertirse en tiranía, y sus enseñanzas en el mal que debían temer todos aquellos que estuvieran por debajo. Ahora, ha regresado, y solo los dioses, sean cuales sean, sabrán qué ocurrirá.