viernes, 25 de octubre de 2013

Historia Islas de Sal.

♛Génesis.
Los anales de la historia de las Islas de Sal, han recogido a lo largo de decenios, la leyenda de la fundación del archipiélago. Mucho antes de la creación de los reinos, y de la caída de las razas primitivas de los elfos, y otras bestias, cuentan cómo la Diosa Sal, creadora de las islas, mandó al pirata Pierrick Ojo de Perla, para que éste derrotase al dragón marino Jörmund. 

Jörmund, existía ya mucho antes de que las islas fueran habitadas por los salvajes del Oeste. Contaban las historias, que su fuego congelaba todo a su paso, y el viento, creados por el aleteo de sus grandes alas, devastaba bosques enteros. Guardaba su morada en los profundo del océano, allí donde ningún mortal o dios, guerrero o sacerdote, mendigo o rey, pudiera encontrarle.

Pierrick Ojo de perla, llegó de las tierras del Oeste en busca de la fortuna deseada por todos. Pirata reconocido y temido en los mares del Norte, y que tras un largo asedio a las fortalezas de los Picos Nevados, la Diosa Sal se le presentó en un sueño. "Domarás a la bestia de los mares, y su fuego ocultará el mundo" su voz se apagó durante años, décadas, y la voz de la Diosa, jamás volvió a ser oída. Ojo de Plata fundó Ayslin, capital e isla más grande del archipiélago de Sal, y cuenta la leyenda, que de regreso a la isla, una bestia de imponente tamaño surgió del mar, un dragón de escamas celestes, mirada letal, y porte desafiante. Y que tras un breve ataque, la tripulación del primer rey de Sal naufragó sin límite, hasta que, los restos del barco, y el propio rey, alcanzaron una tierra fuera de los mapas.

A su regreso a Ayslin, y el feroz combate contra Jörmund, el Rey de Sal domó al dragón marino con el poder de la magia. El extraño poder de la bestia, hizo brotar del mar una rica y pequeña isla, poblada por grandes cuevas de paredes de perla Maret, como fue llamada, lleva hoy en día el nombre del mar del mundo conocido. Ojo de Perla y su montura, hicieron la guerra a las gentes de los prados, los habitantes de las montañas, los hombres del desierto, y hasta a los reservados guardianes del Norte. Pierrick
relató a los habitantes de la isla cómo había llegado al desierto. Una 
inhóspita tierra donde coronaban unos templos de gran tamaño y 
ornamenta. Allí, aprendió la manera de domar a la bestia de los mares, y elevar la gloria con la que siempre soñó. Su codicia no tenía fin, su imperio tampoco. Puso su ojo en los bosques encantados, habitados por los elfos, bestias que, en definitiva, suponían una amenaza. Los ejércitos del Rey lucharon con formidable valentía, pero el fuego de Jörmund se fue apagando, hasta que, y en ataque de locura, devoró al Rey de las Islas de Sal, y regresó al fondo del océano. Su devastado imperio de ceniza helada, se disipó con el nuevo amanecer, y no volvió a verse al dragón, ni a la corona de su maldito jinete. 

Cuenta una leyenda entre las calles de Ayslin y Maret, que Jörmund navega bajo el mar, en busca de los enemigos de su rey. Devorando flotas enteras, y causando el terror que los escritos afirman acontecerá, solo, cuando las islas estén en verdadero peligro.

♛Loïc II. La maldición de la corona.
Cien años después de la huida del dragón, las islas alcanzaron su edad de oro. Su comercio se extendía de norte a sur, Lord Loïc II, rey de las islas de Sal, se desposó con su sobrina Enyd, por la supervivencia de la sangre del primer rey de las islas. Los sacerdotes de Sal, aconsejaron no derramar sangre durante las noches de luna, pues, y como mandaba la tradición, ningún miembro de la Casa Real debía verter su sangre aquel día. El Rey, tenía un hermano, hijo bastardo de su padre y una actriz, a quien todos querían, menos aquellos nacidos en las islas. Jaren, como se llamaba, llevaba el nombre de antiguos reyes pero, él no. Fue el héroe que comandó la batalla naval contra los desérticos hijos de Vardamir. Su hermanastro le odiaba, pues había heredado el digno porte de su padre, y la belleza de su madre. Ingenio y envoltura llevaron a Jaren a ser amado en las cortes del mundo conocido, de tal manera, que pretendía desposarse con la hija del Rey del Norte, para así algún día llegar a ser rey.

Las intrigas en la corte de las islas de Sal, hicieron de Loïc un ser distante, rencoroso, que rozaba la locura y no por poco, el genocidio. Ignoró los prudentes consejos de sus sacerdotes, y comenzó a conjurar contra su hermanastro. La noche de la luna se acercaba, mas a Loïc lo único que le importaba, era estar por encima de todos aquellos que compartían su sangre. El bastardo real, acudió a una embajada a las tierras negras del Darahi, donde se encontraba la sede de la religión predominante. Fue tratado con humildad y respeto, pues digno era su linaje de sangre, le trataron bien, al principio.

Loïc II, llamado el imprudente, mandó una docena de asesinos a las tierras del Darahi, para acabar con la vida de su hermanastro, el único capaz de rivalizar con él. De modo, que el rey de las islas, pactó una alianza con el sumo sacerdote. La sangre del bastardo real, a cambio de su amnistía religiosa. Se celebró una cena una noche, las nubes dieron paso a la luna, y Jaren fue asesinado. 

No se halló en toda la tierra la tumba del héroe de Maret. Solo se sabe que aquel rey, que mandó matar a su hermano, que incumplió la ley de Sal, y derramó la sangre real, fue muerto por el mar. La sal cubrió su cuerpo, para no ser encontrado jamás.

♛La libertad, el mayor precio de todos.
Las islas de Sal, gobernadas esta vez por el depuesto rey Morgens IV, fueron ocupadas por los reyes del Norte. Se privaron a sus habitantes de armas, y sus barcos, fueron ahora capitaneados por hombres del Norte. Una alianza de pocos entendida, pero Morgens no sabía que aquello llegaba a su fin, un fin pasado por el hierro, y la sangre. El Norte abolió las instituciones, la religión de las islas, y borró todo rastro de estatuas e imágenes de la Diosa de Sal. Los soldados del norte aguardaban en las islas, tras violaciones, saqueos y asesinatos, poco había que esperar para que la red estallase, y los peces volvieran al mar. 

Dos días después del enjuiciamiento del Sacerdote coral, los habitantes de Ayslin se alzaron en armas contra el usurpador rey del Norte. Campesinos, granjeros, mercaderes y pescadores, contra soldados. Aquella lucha campal, que terminó en desastre, originó una independencia que a día de hoy seguiría vigente. El sacrificio de los valientes de Ayslin, hizo que los piratas acudiesen a luchar, los vasallos y abanderados de Maret, y hasta la perdido pretendiente al trono; Louana VII. Los prisioneros fueron ejecutados en honor a la Diosa Sal, y sus cuerpos putrefactos tirados al mar. Aunque afirman ser mentira, los piratas contaron que Jörmund, la bestia del mar, creaba grandes torbellinos para hundir los barcos del norte. Morgens fue brutalmente asesinado por su hija, y ésta subió al trono de Agua Marina para traer a las islas, un reinado del terror, que traería tras de sí una guerra civil, y otra tras otra, y otra tras otra. El Norte fue expulsado, y aún se recuerda y siente el rencor de aquellos que saben de las historias. 

Las islas de Sal, no es un paraíso, es el centro de la piratería, el juego y el vicio. La Sodoma y Gomorra de un mundo que jamás vio a los isleños doblegarse. 

♛Después de mí. El diluvio♛

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