Cuando era joven, disfrutaba de gran libertad, pero no la valoraba. Tenía tiempo, pero no lo disfrutaba y tenía amor, pero no lo sentía.
Pasarían muchas décadas hasta comprender el significado de los tres. Y ahora, en el ocaso de mi vida, la comprensión se ha tornado en satisfacción. Amor, libertad y tiempo, antaño tan desechables, son ahora lo que me impulsa. En especial el amor, querida mía. Para ti nuestros hijos, nuestros hermanos y hermanas y el vasto y maravilloso mundo que nos dio vida y nos mantiene en ascuas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario